Los caballos de tiro y el caballo de silla de Stevenson , un corto relato para leer hoy, si quieres ahora o más tarde, pero no olvides guardarlo en favoritos. Deja que tu mente vuele por un momento. Buena lectura.
DOS CABALLOS DE TIRO, una yegua y un caballo castrado fueron llevados a Samoa. Los dejaron en un prado junto a un caballo de silla, para que pudieran correr libremente por la isla. Los recién llegados tenían mucho miedo de acercarse al otro, pues vieron que era un caballo de silla y pensaron que no se dignaría hablar con ellos. El caballo de silla nunca había visto animales tan grandes.
«Deben de ser jefes muy importantes», pensó. Y se acercó a ellos con mucha cortesía.
—Señora y caballero —dijo—, supongo que vienen ustedes de las colonias. Les presento mis respetos y les doy mi más cordial bienvenida a la isla.
Los caballos de las colonias lo miraron recelosos y consultaron el uno con el otro.
—¿Quién será? —preguntó el caballo castrado.
—Su cortesía es muy sospechosa —dijo la yegua.
—No creo que cuente gran cosa —dijo el caballo castrado.
—Eso depende de si no es más que un kanaka —dijo la yegua.
Se volvieron hacia él.
—¡Vete al diablo! —le espetó el caballo castrado.
—¡Qué impertinencia, dirigirse a personas de nuestra categoría! —exclamó la yegua.
El caballo de tiro se alejó, pensando: «Tenía razón. Son jefes muy importantes».